Hipoglucemia

Desde que hago mi dieta antialérgica, ya más de un mes, no hago otra cosa que cocinar y extrañar los dulces, sobre todo los helados.
Le pongo ganas cocino como loca, de todo, prendo el horno con treintipico de grados. Amaso, panes, galletitas, lo que sea, kilos de harina. Engordo.
Pero necesito comer dulces.
Tengo conciencia que es exagerado, pero a las horas de no ingerir azúcar, me pongo de mal humor, siento que me falta algo, y si te descuidás, casi que lo que me agarra es un ataque de hipoglucemia.
No puedo tomar helados, el médico dice, helados de agua, de buena procedencia bla bla... Helados de agua!? así cualquiera, eso no es tomar helado.
Hoy me compré el mejor dulce de leche a la vista, y puse unas bananas en el freezer. Así cortaditas, derecho al freezer.

Por un ratito fue el mejor postre del mundo.

Y debieron ser como un millón de calorías, ni hablar de los kilos de harina que ya tengo puestos.

Tengo que cerrar la boca...
Es urgente.

pensamientos con calor

Terrible calor en Buenos Aires, parafraseando a mi amigo L ...




Mal día pa' quererse!!

Charla de chicas (otra)

Nos juntamos con R, primera charla con tiempo del año.
Yo siempre hago mis exposiciones sobre algunos temas. Un poco obtusa, muy práctica, bastante ácida, demasiado directa, muy cotidiana y un tanto sarcástica. Ese cóctel resulta una especie de revista cosmopolitan* irónica y ridícula a la vez (ahora que lo leo, creo que eso me define bastante)
R se ríe mucho con mis pensamientos y cada tanto larga alguno de sus enunciados, porque su cualidad son las frases brillantes, directas y concisas. (para mi la síntesis es una gran cualidad)
Como las fiestas son buena excusa para las apariciones, empezamos a relatarnos jugando casi a que la otra adivine: Las apariciones sorpresivas, los que obvio aparecieron porque cualquier excusa es buena, los que aparecieron porque estaban borrachos y seguro después se sintieron pelotudos, los que no aparecieron y también algún gesto lindo o algunas cosas buenas que pasaron en los últimos tiempos...

Entonces, ella, haciendo uso de su don espeta:

- Si igual es importante que no nos olvidemos, que son hombres, no saques ninguno de la lista... En el fondo básicos, bidimensión con suerte...

Bidimensión con suerte...

... por eso es mi amiga.



Nota al pie: en este blog detestamos la revista cosmopolitan y todas sus hermanas bobas de revistas femeninas que la imitan.


Y si como es verano te sobra el tiempo y querés seguir leyendo, acá está la primera charla de chicas. CLICK y este otro también aplica CLICK (capaz tendría que hacer este ítem más seguido)

pero mucho mucho...

Veo los tatuajes removibles que Karl Lagerfeld diseñó para el último desfile de Chanel, vuelvo a pensar que es un genio (si que me importa que sea jodidisimo, si no voy a vivir con él) guardo una pila de imágenes (eso lo hago todo el tiempo con todo lo que me gusta) y mientras voy pensando que una cadenita de esas adornaría hermosamente mi tobillo, voy a contarle (casi como buscando una cómplice) a una chica que trabaja conmigo.

Ella dice...
- En serio hizo eso, que bueno, a ver...
- Buenísimos... (o creo que dijo copado)
- Si igual, es muy loco como para hacerte uno...
- no?

Yo...

- Mmmm
- ...
- Te parece?
- ...
- A mi me gustan mucho...
- ...
- Pero mucho mucho.

Premio premio premio...

Y sin vacaciones a la vista, y dado que cada vez la posibilidad de que el hueco se haga es más difícil, decidí terminar de trabajar temprano (que eso ya es bastante) y aprovechando algunas cosas que hacer hice algo a lo que raramente le dedico tiempo:
Me fui de compras.
Como imaginaran, obvio me aburre mirar pilchas. No miro vidrieras y casi no hago compras... soy tan hincha que muy dificilmente encuentro algo que me guste.
Entonces, mujer que no compra ropa y no mira vidrieras, canaliza su impulso femenino más básico de compradora con:

Zapatos.
Ropa interior.
Carteras.

Premio.
Premio.
Premio.

Muy rápido y expeditivo, porque así compro yo , en una hora y media...
Salí y agoté los tres items.

Foto no hay... Llegué hace un rato y estoy cansada, esto de ser mujer es agotador (es una ironía obvio, no se encabronen hombrecitos)



Nota al pie: Estoy asombrada de que haya tanta zapatería berreta. Puras chancletas, mucho plástico. Horror. Parece que en verano es un pecado usar tacos, compré bajas... de querer usar tacos, por suerte algunos zapatos tengo (shhh)

Ojo de ciruja

Si suena raro, pero mi papá dice y sostiene que yo tengo "ojo de Ciruja" Es que tengo la capacidad (o el don) de ver objetos descuidados y poder imaginar cuales de ellos con un arreglo sirven y hasta cuales con una buena restauración se transforman en objetos interesantes.
Es por esta cualidad que tengo en mi haber unos cuantos muebles que pasaron de viejos a la categoría de antiguos o valiosos y muchas horas de trabajo dedicadas a la restauración.

Por eso digo que soy una mezcla, no vallan a pensar que mi vida todo es glamour, no no. Hoy, así como la heroína de Flashdance, que soldaba de día y bailaba de noche, dejé el divismo a un costado y me dedique a reciclar una estructura metálica para armar una nueva mesa de trabajo para mi taller. Entonces, me pasé un domingo entre espátulas, virutas, guantes, cepillos de alambre, convertidor de óxido y pintura... Y en cuanto haga falta, dejenmé un ratito y agarro el soldador.
Ahora si... Para el bailecito, me esperan unos días...




Estoy cansada, pero primero me voy a retocar el esmalte, porque mañana, amanezco devenahh de nuevo.

La magia de mis reyes

Obvio que hoy tocaba foto de zapatitos...
Ahí están los mios, esperando a los reyes...

Esta noche es noche de reyes.
Los reyes siempre me cayeron bien, y aunque sé que no existen, todavía me dan ilusión de niña.
En mi casa, siempre se le dió mucha importancia a la llegada de los reyes, tal vez por ser un evento más de la casa y no tan multitudinario como la navidad. La cuestión es que la noche anterior, siempre armábamos todo para esperarlos.
Lo que yo no supe hasta que fuí más grande es que lo que se estilaba en mi casa no era exactamente lo que hacían todos.
Los zapatos, en la puerta de la habitación. A veces un poco de pasto y agua para los camellos... y lo infaltable, la cerveza para los reyes bien fría en la heladera...

Siempre preguntábamos o insistíamos con mi hermano:

- Pero no es mejor dejarla al lado de los zapatos? Y si no la encuentran?

Y ellos siempre nos decían:

-Ustedes no se preocupen, dejen la botella en la heladera, para que esté fria, ellos la van a encontrar...

Y claro, a la mañana, capaz el pasto estaba ahí, pero la botella, siempre vacía...

Y de grande comprendí, que esa era la magia de mis reyes, esa ceremonía privada donde se levantaban a mitad de la noche, tomaban cerveza y nos dejaban los regalos en los zapatos de puerta...

Desde niña supe que mis papás no eran de lo más tradicionales... ahora de grande adoro sus pequeñas excentricidades. Las noches de reyes encanta saber que mientras otros tiraban pasto o volcaban el agua, mis papás tomaban cerveza...

Por Dior...

Y aunque el calor, las vacaciones (que yo no tengo) los kilos de las fiestas y los meses sin gimnasio atenten contra nuestro divismo, sepan queridas mías...
Que él, nos está mirando...