miércoles, 3 de marzo de 2010

Cero nómade

Por casualidades de la vida, me tocó vivir en una casa sola y no en un departamento. La casa donde vivo es enorme y antigua. La casa donde vivo funciona también de depósito, porque mi trabajo requiere mucho espacio y mucho acopio.
Me encantan los cambios, me gusta aventurarme, no me tiembla el pulso. Tiempo de cambios y de reestructuración, hacer lugar y ordenar.
Aprovecho a practicar el desapego y me sorprendo de mi misma. De ninguna manera puedo separarme de mis escritos, todo aquello que me resulta interesante, mis apuntes a los que tanto esfuerzo y tiempo le dediqué. Todo lo que me conforma realmente.
Necesito mis papeles, algunos los guardo en una caja, con pesar, donde sé que van a quedar mucho tiempo. Pero la mayoría los dejo cerca, me miento que son material de consulta. Si sos diseñadora, no necesitás los apuntes de psicología, sociología e historia del arte, y si los necesitás los podés buscar, en tus cajas rotuladas. Pero no, los necesito conmigo, junto con mis fotos y recortes.
Sacar esta biblioteca? Los libros no pueden estar en un placard, me entristecen, me gusta verlos, acariciar sus lomos, tomar alguno al azar cuando hago tiempo y leer unas líneas, encontrar mis anotaciones. Si ya sé que están igual de cerca, pero no los veo. Son mi paisaje.

Logro hacer espacio, todo queda bien, pero el desapego no me sale. Me doy cuenta de que puedo no necesitar muchas de las cosas que hay, incluso en mi placard (donde hay mucho) porque realmente todo lo que soy, está escrito.



11 comentarios:

wendy balsam dijo...

querida, vaya poder de escritura! yo, ni con todo el buen talante del mundo podría estar completamente escrita! qué lindo vivir en una casa de esas, llena de papelitos amarillos! releer las cosas previas a la urgencia, las corridas finales, eso a mi también me gusta mucho, pero en mi desorden, todo coexiste de un modo tan promiscuo, que no hay lectura en sucesión posible....

Madame Lulu dijo...

yo desde que tengo un placard virtual acovacho mucho menos. los papeles se guardan hasta el último minuto, justo antes de que vengan los demás a tirarlos y ya no podamos hacer nada.

Alelí dijo...

Y si cuesta, cuesta mucho...

la niña z dijo...

Uf, leo casa grande y me muero de envidia. Por acá somos dos -y dos felinos- en un dos ambientes y a medida que él guarda, yo me veo obligada a descartar para que sigamos entrando. Así que aprovechá el espacio sin culpas, por mí! :)

Peccata Minuta... dijo...

Wendy
la imagino bailando en ese enorme caos. Mi orden, tiene algo de obsesivo y caótico a la vez.
Madame
Que gran salvación el placarcito virtual...cuanto hay por aquí también!!!
Alelí
ufff...
NiñaZ
Prepareme una cajita, que yo se la guardo en un rinconcito, eso si, me la rotula, y con letra imprenta.

Oξitoξi dijo...

Muy lindo post
Saludos

Anónimo dijo...

Lindo y sentimental lo tuyo.
Lady Baires

Lillí dijo...

¡Si al desapego!

Cuando dejé mi casa el último agosto sentí el placer de la liviandad.

Alma vagabunda por un mes, con mochilita de hormiga, disfruté ver las cosas atrás.

Pero, si, es necesario volver al hogar. El que imaginás cuando estás allá. Un allá que nunca es acá.

Peccata Minuta... dijo...

Oxitoxi
A usted le alcanza con dos renglones, a mi me da un poco más de trabajo. Graciasss
LadyBaires
A veces dejo caer la coraza
Lillí
Me diste unas ganas...
Se nota que extrañás linda. Disfrutá, acá todo te espera... como dice la canción
"Pero si falta usted, no habrá milagro"

mato dijo...

uno es, desde ya, todas esas anotaciones en márgenes de libros, fotos, recortes, papeles que sabemos que posiblemente no volvamos a leer, cajas donde amontonamos cosas. y está bueno ser eso.

Peccata Minuta... dijo...

mato
Bueno hasta que tenés que necesitás lugar y te das cuenta de cuanto es...igual obvio, todo sigue ahí.